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Baile en Tenerife

El baile, en general, es una actividad excelente tanto para niños como para niñas por muchas y variadas razones: actividad física, fuerza, flexibilidad, coordinación, disciplina, trabajo en equipo, confianza y creatividad (solo por nombrar algunas).

La mayoría de estas razones por las que deberían bailar también son aplicables a la práctica del deporte en general.

En este aspecto hay que resaltar que las capacidades físicas de los bailarines (independientemente del estilo de baile) iguala, y a menudo supera, la de otros deportistas de alto nivel, pero, lamentablemente, hay poco reconocimiento sobre este tema. 

Entonces, ¿Porque el baile no siempre está sobre la mesa cuando se trata de elegir una actividad para nuestros hijos?

 Hagamos una prueba… ¿Qué pasa si se pone una música animada a un grupo de niños y niñas entre los 3 y los 6 años?

Pues seguro que no son únicamente las niñas las que empezarían a saltar, reir, moverse y disfrutar con el ritmo.

Entonces, ¿por qué los chicos no acuden en masa a las clases de baile?

“El problema en este caso es el de los estereotipos de género, o sea, los modelos de conducta e ideas preconcebidas construidas socialmente sobre el género femenino y masculino”

Así nos enseñaron: las niñas bailan y los niños juegan a fútbol

     Quien no ha oído alguna vez que bailar no es cosa de niños, sino de niñas. Y creo que no nos equivocamos cuando afirmamos que muy pocos padres toman la iniciativa de inscribir a sus hijos en clases de baile, porque esta actividad está entendida y muchas veces ofertada como una actividad marcadamente femenina.

Mientras tanto, lo que sucede es que la gran mayoría de niños, juega a fútbol o practica otros deportes similares (yo, personalmente, fui uno de ellos), y el que no lo hace está considerado como un “bicho raro”.

Desgraciadamente el género es una construcción social: la mayoría de las mujeres son como nos han contado que deben ser las mujeres, y lo mismo ocurre con los hombres que son como les han transmitido que deben ser los hombres.

La sociedad, durante paso de los años, ha dictado a niños y niñas como deben sentirse y actuar, como tenemos que vestirnos, como tenemos que pensar y como tenemos que relacionarnos las mujeres y los hombres.

Pero curiosamente, y ahora más que nunca, las niñas y las mujeres practican deportes o realizan actividades que habitualmente han estado dominados por los hombres, como el fútbol, la lucha, deportes de motor…¡y reciben cobertura y todo el apoyo de los medios!.

¡Esto es asombroso! Y posiblemente esto ocurra motivado por múltiples intenciones: atraer a más mujeres para que asistan a juegos deportivos (paridad), la obesidad y el impulso para hacer más ejercicio físico, empoderar a las mujeres y motivar a las niñas para salir de sus estereotipos. Además el deporte generalmente atrae patrocinios, financiación y atención de los medios.

¡Imagínese si la danza se comercializara como deporte! Pero necesitamos trabajar con lo que tenemos, y eso incluye impulsar cambios en las actitudes y percepciones de nuestras comunidades y sociedad

 

 

¿Por qué creemos normal que los niños no bailen?

Pueden ser varios los aspectos que respalden…

        • Puede que no haya un interés real del niño por el baile, porque hay asuntos genéticos y de biotipo que son innegables sobre el cerebro masculino y femenino
        • No hay una predisposición por parte de los padres de satisfacer el gusto de su hijo por lo artístico, por el movimiento, por la música y por el baile. A algunos padres les asusta de que sus hijos puedan sufrir en esta sociedad y que puedan convertirse en homosexuales o transgéneros a causa de la práctica del baile.

"Deberíamos quitarnos esos estereotipos de la cabeza y aceptar que "si va a pasar, va a pasar", independientemente de que el niño practique baile o no."

        • También las propias academias de baile pueden ser responsables de esos estereotipos, al no incluir niños en sus publicidades o campañas de marketing.
        • Y otra causa habitual es que si en las academias predominan las niñas, hasta cierta edad los niños prefieren estar con los niños, y las niñas con las niñas. Es un asunto biológico y de identidad que se forma en los primeros años de vida hasta la adolescencia, y que se convierte en un obstáculo a la hora de entrar en una academia de baile

Es increíble que aún hoy en día hayan padres que tengan miedo a que su hijo desarrolle su diversidad.

     En un estudio realizado en 2017 por la organización mundial de la salud (OMS) y la Universidad Johns Hopkins Estados Unidos Global Early Adolescent Study, Se llegó a la conclusión de que los estereotipos de género se asimilan desde que los niños son muy pequeños y que se arreglan hasta los 10 años de edad.

Este estudio afirma que :

”Los riesgos para la salud de los adolescentes están condicionados por comportamientos basados en roles de género que pueden estar bien establecidos en los niños cuando tienen 10 u 11 años de edad”

     Pero además los autores del estudio observaron que: 

”los chicos que desafían las normas de género por su vestimenta o comportamiento fueron considerados por muchos encuestados como socialmente inferiores". Tanto los niños como las niñas dijeron a los científicos que las consecuencias para los niños que se percibía que estaban como adoptando el comportamientos no estereotipados, iban a ser intimidados y recibir burlas con duros calificativos hasta ser agredidos físicamente.”

Bailar tiene muchos beneficios

  • Al bailar trabajas los dos hemisferios del cerebro, y está científicamente comprobado que la inteligencia y la capacidad de resolver problemas que tiene una persona que maneja ambos hemisferios del cerebro, es mayor que si utilizan uno solo.
    Cualquier persona tiene más tendencia a utilizar un hemisferio cerebral más que el otro, pero en baile se trabajan los dos hemisferios prácticamente por igual, ya que trabajamos lateralidades.
    Se baila en ambas direcciones Y se realizan conexiones neuronales nuevas, que van a facilitar la memoria y la agilidad mental para el resto de actividades cotidianas.
    Y esto también es aplicable para el fútbol y para otros deportes, por ejemplo los jugadores del equipo Wigan Warrior sub 19 de la liga inglesa de rugby, Reciben semanalmente clases de ballet que mejoran la elasticidad y la fuerza, los que les ayudan aumentar la potencia y evitar lesiones.
  • Mejora la postura corporal, consiguiendo así que los niños empiecen a corregirla a las pocas semanas.
    También mejorarán el desarrollo de su psicomotricidad y serán más ágiles, consiguiendo que sus movimientos sean poco a poco más coordinados ganando en elasticidad.
  • Mejorarán el equilibrio y los reflejos, y no solo esto, sino que también el baile potencia la expresión corporal y mejora la discriminación de sonidos.
  • A nivel psicológico el baile también aporta numerosas ventajas, y no solo interviene en el desarrollo de su personalidad, sino que también le resulta relajante. Por lo tanto es una actividad perfecta para niños muy nerviosos o que suelen estresarse con determinadas actividades cotidianas.
  • Ayuda a vencer la timidez, al tener que interactuar con otros niños les hace mejorar su relación con ellos y por otro lado desarrolla su sensibilidad y facilita que se expresen mejor los sentimientos.
  • Las clases de baile también aumentan la autoconfianza de los niños, y su práctica produce la liberación de adrenalina, lo que les tranquiliza.
  • Pero también les enseña disciplina para realizar cualquier tipo de tarea ajena al baile.

Hay que aceptar que nuestros hijos sean lo que son, no etiquetes a tus hijos, permíteles probar

      Si nuestro hijo tiene inquietudes o aptitudes para la danza y, como padres, no les permitimos desarrollar esas inquietudes por temor a que puedan decir los demás o para que nuestro hijo pueda ser rechazado por ello tenemos dos opciones: rendirnos ante la presión social o empoderar a nuestros hijos para que sean fuertes a la hora de enfrentarse al desafío de ser diferentes.

     Como padres deberíamos transmitirles tranquilidad e informarles de que les vamos apoyar en lo que elijan para sus vidas.

     Y si en algún caso tu hijo sufre algún tipo de acoso en el colegio por su preferencia o identidad sexual, lo que debemos hacer es revisar hasta qué punto nosotros los padres, estamos formando a ciudadanos intolerantes con la diversidad y seguimos alimentando los estereotipos de género.

     El problema no es que a tu hijo le guste bailar, el problema es que si la sociedad sigue viendo esto como una rareza, difícilmente el niño podrá expresar lo que quiere con libertad, sino que siempre se va a ver ante la tesitura de si va a ser señalado por los demás, también por ti como padre ¿Te vas a quedar quieto o vas a defender a tu hijo?

     Escucha a tu hijo, si él quiere bailar, si le gusta cantar, se llama ser actor… ¿Por qué no? ¿Por qué no puede? Comienza a hacer tú la diferencia.

Gracias por compartir

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